1. Propulsión
Los autos híbridos utilizan tanto un motor de combustión interna como un motor eléctrico. Estos vehículos pueden funcionar con gasolina, diésel u otros combustibles, y el motor eléctrico ayuda a mejorar la eficiencia y reducir las emisiones.
Pero, los autos eléctricos dependen exclusivamente de la energía eléctrica almacenada en baterías recargables, ya que estos utilizan motores de combustión interna, lo que significa que no emiten gases de escape y son más amigables con el medio ambiente.
2. Autonomía y recarga
La autonomía de un automóvil híbrido está determinada por su tanque de combustible y su eficiencia de consumo de combustible, puesto que pueden recorrer largas distancias sin necesidad de recargar o repostar.
Por otro lado, los vehículos eléctricos dependen de la capacidad de sus baterías, lo que puede limitar su autonomía. Sin embargo, los avances tecnológicos han permitido el desarrollo de baterías de mayor capacidad, lo que ha aumentado significativamente la autonomía de los autos eléctricos en los últimos años.
Para recargar un auto híbrido, simplemente se necesita repostar combustible en una estación de servicio. En cambio, los autos eléctricos requieren una estación de carga o un enchufe eléctrico para recargar sus baterías, lo que puede llevar más tiempo.
3. Costo y mantenimiento
Los automóviles híbridos suelen tener un precio inicial más bajo en comparación con los vehículos eléctricos. Además, no requieren una infraestructura de carga especializada, lo que los hace más accesibles para los conductores.
En cuanto al mantenimiento, los autos híbridos comparten características con los vehículos de combustión interna tradicionales, lo que implica un mantenimiento similar en términos de cambios de aceite y filtros. Por otra parte, los autos eléctricos tienen menos piezas móviles y, por lo tanto, requieren menos mantenimiento en general.
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